Málaga /
21 de abril de 2016

Gloria Corpas, investigadora de la Universidad de Málaga

Fotografía ilustrativa de la noticia
Gloria Corpas / Fuente: diariosur

Gloria Corpas / Fuente: diariosur

‘El diablo en el cuerpo’, de Soledad Galán. Lo primero que me atrajo del libro fue su portada. A primera vista, parecía un retrato salido de cualquier palazzo veneciano de hace un par de siglos. Pero luego, fijándome, se parecía mucho al retrato de la joven Isabel II de Dionisio Fierro. Este tour de force inicial entre el manierismo costumbrista de finales del XIX y la manipulación carnavalesca e irreverente de la imagen hicieron que abriese el libro y me enganchara rápidamente a la historia que cuenta y a la forma en la que la cuenta. En clave de biografía, presenta a una reina cuestionada y frustrada, a la que le tocó vivir un periodo tremendamente convulso de nuestra historia. Adelantada a su tiempo, fue una mujer mordaz y rebelde, entregada a los placeres de la vida, que amó intensamente y que tuvo no uno, sino varios diablos en el cuerpo… Una narración fascinante, bien documentada, con grandes dosis de inteligencia y humor, que retrata a una Isabel II que supo hacer de su real capa un auténtico sayo.

‘Lo que esconden las olas’, de Emma Lira. El ruido de las olas es, para mí, quizá lo más característico de los veranos; eso, y la línea que separa (o une, según la perspectiva) cielo y mar. Este libro es una de esas lecturas obligadas en esos momentos del estío en los que apetece desconectar por completo del resto del año. Pese a su longitud, las páginas vuelan gracias a la tensión y maestría con la que está escrito el libro. Son dos historias en una, separadas por todo un siglo de distancia. La primera ocurre en 1906 y está basada en hechos reales: el hundimiento de El Sirio, frente a la costa murciana. La segunda es novelada, y está ubicada en 2006. La protagoniza un descendiente del capitán del malogrado barco, que busca respuestas más allá del diario de a bordo de su bisabuelo. Las dos tramas se entrelazan de forma magistral a raíz de la elaboración de un documental sobre la historia real. Lo que más me ha gustado es, sin duda, la manera en la que la segunda historia fabulada permite al lector dar rienda suelta a su imaginación, y esa sensación de misterio que domina cada momento hasta el final.

‘Dios no tiene tiempo libre’, de Lucía Etxebarría. Soy fan de Lucía Etxebarría desde el principio de los tiempos. El año pasado tuve el placer de conocerla en Heidelberg (Alemania) en un foro de hispanistas y tengo que confesar que no sabría decir si me gusta más la autora o su obra. Así que, me quedo con las dos. Cualquiera de sus libros es muy recomendable, haya gozado o no el favor de la crítica en su momento. Este último libro aborda el tema de la corrupción y las corruptelas desde el prisma de las pasiones humanas. La fuerza del amor en el recuerdo, la gran mentira de las apariencias, la culpa y las grandes cuestiones filosóficas que rigen la vida de las personas cuando se han superado según qué fases son algunas de las claves que permiten entender esta obra. Es la Etxebarría de siempre, irónica, aguda, pero más poética y delicada, más centrada aún si cabe en el alma y los sentimientos, que se permite hacer una crítica social oportuna y muy actual.

Gloria Corpas / Departamento de Traducción e Interpretación de la Universidad de Málaga


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