28 de julio de 2015

La ciencia más divertida llega a las aulas

Fotografía ilustrativa de la noticia

Mostrar el lado ameno, lúdico y didáctico de la investigación científica es la tarea que se han propuesto Félix Ruiz y Lola Hernández. De la mano de este investigador de la Universidad de Cádiz y esta experta en comunicación aterriza en los centros educativos ‘Divulgades’, un proyecto que despierta el interés y la curiosidad de los escolares por las ciencias a través de un lenguaje sencillo y natural.

Dos alumnos ensayan con microscopios infantiles.

Dos alumnos ensayan con microscopios infantiles.

“La ciencia está en todas partes y queremos que te enamores de ella”. Esta es la carta de presentación con la que Félix Ruiz deja boquiabiertos a un público escolar ávido, ansioso e inquieto por comprobar que lo que afirma este investigador es cierto. La expectación inicial deja paso a la sorpresa con el primer experimento: cómo  actúa un detergente contra las manchas. Una pipeta por aquí, un tubo de ensayo por allá, un poco de agua, un catalizador, una reacción química y… adiós a la suciedad. Fin de la demostración. Risas, aplausos y ovación final

Divulgar la ciencia desde su lado más lúdico y divertido es el objetivo que este doctor en Bioquímica y Biología Molecular y profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cádiz se ha propuesto a través de ‘Divulgades’, un proyecto que pretende dar visibilidad al trabajo de los investigadores. En otras palabras, una iniciativa que apuesta por “sacar a la calle” la investigación que se hace en los laboratorios. Lo acompaña en esta aventura Lola Hernández, experta en el arte de comunicar.

Para conseguirlo, ‘Divulgades’ ha elegido dirigirse a un público tan divertido, natural, exigente y cercano como la ciencia que quiere comunicar: los escolares. “Ya que nuestra idea es buscar el lado diferente, divertido e interactivo de la ciencia para hacerla llegar a la sociedad, nada mejor que sea a través de los niños cuya personalidad y carácter se acerca mucho a nuestra forma de divulgar”, explica el investigador.

De esta forma, y desde el año pasado, el investigador se encarga de llevar sus experimentos a los centros educativos de la provincia de Cádiz. Félix Ruiz no está sólo en este empeño. Le acompaña la otra mitad de ‘Divulgades’, Lola Hernández, especialista en comunicación. Ambos iniciaron esta aventura en el colegio gaditano Reyes Católicos donde a lo largo de una semana organizaron 20 talleres de una hora de duración dirigidos a alumnos de entre tres y 11 años. “Intentamos adaptarnos a la programación didáctica y conocimientos de los escolares. Por eso decidimos que las temáticas fueran diferentes para cada ciclo de enseñanza”, continúa.

Así, los alumnos de infantil trabajaron con los seres vivos y la célula, los de 1º y 2º de primaria, con la luz y el color. 3º y 4º con la química, ácidos y bases. Y 5º y 6º se convirtieron en detectives de ADN. “Si los más pequeños descubrieron el microscopio, los profesores nos sorprendieron con preguntas sobre temas que les preocupan, por ejemplo, la genética, el cáncer o las células madre. De eso se trata: de descubrir que la  ciencia está en nuestro día a día, en todas las acciones de la vida cotidiana”, prosigue el experto.

Aunque la mayoría de actividades tienen como protagonistas a los niños, ‘Divulgades’ se abre a un público más amplio interesado en la ciencia. Por esta razón, durante la experiencia piloto en el colegio, organizaron un ciclo de talleres para padres en los que mostraron algunos de los experimentos realizados con los alumnos, sus hijos. “Esta metodología es la que nos gustaría implantar. Si los niños se lo pasan fenomenal, las reacciones de los progenitores son similares. El hecho de que ambos compartan experiencias es una motivación más para que los escolares muestren interés por el lado científico de la vida”, explica.

Alumnado durante un taller impartido por 'Divulgades'.

Alumnado durante un taller impartido por ‘Divulgades’.

Más allá de los colegios

Además de en los colegios, los talleres salen a la calle a través de colaboraciones con instituciones locales como ayuntamientos, museos o bibliotecas municipales. En estos casos, comenta el investigador, el contenido de las actividades se adapta a los valores o a las funciones de estos organismos: “Es un intento por buscar nuevas conexiones entre la ciencia y otros ámbitos, por ejemplo, la cultura”.

De este modo, ‘Divulgades’, junto a la Casa de Iberoamérica de Cádiz, organizó una visita a este espacio museístico que exhibe una interesante colección de pintura “naif”, que se caracteriza por una gran simplicidad en las formas y el uso de colores muy vivos. El taller se componía de dos partes. La primera, la propia visita a la exposición para que los niños conocieran las características de este estilo pictórico. Y la segunda, una actividad práctica en la que el protagonista fue el color, característico de este movimiento artístico y uno de los aspectos que más llamaron la atención de los pequeños. “Explicamos la física del color a través de experimentos con láser y luces, mezclamos tonos, utilizamos filtros, etc. para que los escolares pudieran entender la base de su funcionamiento”, añade Félix Ruiz.

Estas colaboraciones se desarrollan igualmente a nivel individual, con artistas como el cineasta y actor gaditano Diego Villalba con quien han grabado el primero de una serie de vídeos –‘Ciencia Wapa’-, donde se sirven de la imagen para mostrar, de forma dinámica y divertida, una serie de experimentos científicos. Así lo cuenta el investigador: “En este capítulo aprendemos qué es la oxidación, cómo se infla un globo sin soplar, cuál es la reacción de una vela sumergida en una solución de vinagre y bicarbonato o por qué un láser explota los globos de color negro y deja intactos los blancos”. Son explicaciones breves en las que no falta el sentido del humor y algún que otro personaje misterioso. “La idea es repetir el formato de forma periódica y ampliar contenidos”, comenta.

Divulgación online

Otra forma de “sacar la ciencia a la calle” es mediante la difusión de contenidos en la página web de ‘Divulgades’. Para ello cuenta con la ayuda de la mascota Tim, un linfocito muy inteligente capaz de resolver todas las dudas planteadas por los pequeños internautas. “Se trata de una columna, ‘Con los peques’, en la que ofrecemos respuestas científicas a las curiosidades de los niños. Nos llegan preguntas de todo tipo: por qué  suenan las caracolas, cuál es el animal más pequeño, como se consigue el color en los fuegos artificiales o por qué la sangre es roja y la nieve blanca. Hemos convencido a Tim para que nos ayude a responder”, comenta el investigador.

La web incluye, además, una agenda de eventos, una sección que, en palabras de Félix Ruiz, les da mucha visibilidad ya que informa de las próximas actividades de ‘Divulgades’: dónde estarán, cuándo, qué tipo de talleres se realizarán y cómo participar. Los curiosos también encontrarán contenidos divulgativos sobre publicaciones científicas. “Cuando leemos información de interés, publicada en revistas especializadas, que nos llama la atención, escribimos sobre ella, siempre utilizando un lenguaje asequible y sencillo. De esta forma, vamos dotando a la web de nuestros propios contenidos”, asegura el experto.

Al final, el objetivo siempre es el mismo. Divulgar. Comunicar los resultados de las investigaciones. Despertar el interés por las ciencias. Y hacerlo con pasión, con amor. “La divulgación científica no sólo es necesaria. Es buena, saludable, recomendable. Cualquier iniciativa en este sentido debe ser bienvenida, aunque el contenido se repita. Da igual que sea la universidad, instituciones públicas o privadas. Hay que difundir. Porque, al final, esas  actividades o talleres ratifican algo que ya sabíamos: todos somos curiosos y creativos pero en algún momento de nuestras vidas, matamos esas capacidades. Si logramos mantenerlas vivas, tendremos una sociedad mejor”, concluye el investigador.


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