20 de febrero de 2015

Mapas ‘inteligentes’ para acceder a información geolocalizada

Fotografía ilustrativa de la noticia

La empresa jiennense Entornos SIG desarrolla aplicaciones digitales para ubicar todo tipo de datos en un área geográfica concreta

Imagen de Antonio Cabeza junto a uno de los trabajadores de la empresa.

Miembros de la empresa Entornos SIG.

“Una imagen vale más que mil palabras”, así resume Antonio Cabeza, el responsable y promotor de Entornos SIG, la actividad de esta empresa jiennense de base tecnológica. Antonio coordina un equipo que trabaja con Sistemas de Información Geográfica en el diseño de mapas inteligentes que aportan un elevado volumen de datos localizados en un espacio geográfico. El objetivo de estas aplicaciones digitales es que sus usuarios puedan acceder fácilmente a la información sobre una determinada área, ya sea para conocer la productividad de una finca agrícola, para saber dónde están los puntos de interés turístico de una ciudad o para controlar el seguimiento de una empresa de transportes, entre otras cosas. “La información tiene mucho más potencial cuando está localizada”, subraya el gerente.

Entornos SIG nació en el año 2008 en el seno de la empresa Ofiteat, especializada en Topografía y Cartografía, y con el apoyo de investigadores de la Universidad de Jaén. Desde entonces la compañía ha desarrollado aplicaciones tecnológicas en diversos sectores cuya clave del éxito está en distribuir todo tipo de información en un área geográfica concreta. Para llevar a cabo esta tarea los expertos emplean distintas técnicas y herramientas para casar la información real con la cartografía temática correspondiente. Así, utilizan drones (vehículos aéreos no tripulados) que sobrevuelan y fotografían el terreno sobre el que trabajan, y a partir de estas imágenes procesadas elaboran un mapa digital e interactivo sobre el que vinculan toda la información que consideran pertinente. Un ejemplo de ello es OLEOSIG, la herramienta ‘estrella’ de esta empresa que ha elaborado con la ayuda de CITOLIVA (Centro Tecnológico del Olivar y del Aceite de Jaén) y que se centra en el sector oleícola.

Imagen de uno de los drones empleados para capturar imágenes aéreas de las fincas de olivo.

Imagen de uno de los drones empleados para capturar imágenes aéreas de las fincas de olivo.

OLEOSIG permite ubicar datos y valores informativos de diversas cooperativas olivareras en un mapa, de tal forma que cualquier cliente que tenga implantado este sistema pueda acceder fácilmente a las distintas parcelas que producen aceite de oliva, saber el nivel de productividad que tienen, la calidad de su producto, el rendimiento de la explotación, las fechas de recogida de la aceituna y muchos otros datos. “Actualmente tenemos implantada esta aplicación en sesenta cooperativas distribuidas por Andalucía, aunque esperamos extender su uso a más agrupaciones con el objetivo de aumentar su capacidad informativa”, destaca el responsable de la empresa.

Cabeza añade que OLEOSIG nació con la idea de que las botellas de aceite de oliva incluyeran una etiqueta de trazabilidad, es decir, un código QR (sistema que permite almacenar información en una especie de código de barras de última generación) que permitiera al consumidor saber, a través de su teléfono móvil, en qué finca o en qué área geográfica se había elaborado ese aceite. Se trata en definitiva de realizar el trayecto del aceite en sentido inverso, desde la botella hasta la parcela de olivar de donde procede.

El siguiente paso de este proyecto es desarrollar una aplicación para teléfonos móviles que permita a los agricultores registrar y consultar datos relativos a su explotación agraria, de manera que cuenten con una especie de cuaderno de campo on line mediante el que puedan acceder fácilmente a este tipo de información. Antonio Cabeza subraya que esta aplicación es de enorme interés para los responsables de las plantaciones, dado que legalmente están obligados a llevar un cuaderno de explotación en el que registren y reflejen todas las tareas que se desarrollan en su finca para garantizar la seguridad y la calidad exigibles por el consumidor.

Entornos SIG ha diseñado también aplicaciones en otros sectores, como la creación de un mapa turístico de la ciudad de Córdoba. Esta herramienta está accesible en internet e incluye monumentos, museos, establecimientos hoteleros, restaurantes y otros puntos de interés para el visitante, además cuenta con diversas rutas por la ciudad para que el turista pueda geolocalizarse en el mapa y saber qué hay cerca de su posición en todo momento.

En sus cerca de siete años de vida la empresa ha desarrollado también diversas aplicaciones en el sector de la construcción, una de ellas con el objetivo de facilitar el control y seguimiento de maquinaria y vehículos. En este caso la idea es localizar estos vehículos mediante sistemas de GPS para saber dónde están, el material que transportan o la ruta que siguen a la hora de desplazarse. Antonio Cabeza señala que los Sistemas de Información Geográfica han facilitado mucho las tareas de los transportistas, reduciendo los papeleos y los trámites administrativos a la hora de desplazarse a cualquier sitio.

Mapa digital de una zona de olivos en la provincia de Jaén.

Mapa digital de una zona de olivos en la provincia de Jaén.

Igualmente, el equipo de trabajo ha diseñado otra aplicación para facilitar el control de semillas. Esta herramienta se está utilizando en explotaciones agrarias de Sudáfrica, Canadá y España. “Nuestros clientes son principalmente viveros de semillas certificadas que quieren controlar a los agricultores que utilizan sus semillas para que éstos se ajusten a los convenios de colaboración que han pactado con los propietarios de las fincas de explotación”, explica Cabeza.

De cara al futuro el objetivo es centrar la actividad de la empresa en el sector agrario. “Éste es un campo que aún no está muy modernizado y que no está acostumbrado a aprovechar las ventajas de la tecnología, pero precisamente por eso necesita muchísimo de la innovación”, apunta el gerente.

La compañía tiene su sede central en Jaén, otra sucursal en Almería y ha abierto recientemente una nueva oficina en Santiago de Chile, desde donde trabaja para extenderse al mercado latinoamericano. Precisamente en este país sudamericano la empresa ha adaptado la aplicación OLEOSIG al cultivo del aguacate con el objetivo de prestar las mismas funcionalidades en este sector de explotación agrícola.

Antonio Cabeza concluye que la clave del éxito de esta pequeña empresa con grandes aspiraciones reside en que «más del 80% de cualquier información es susceptible de estar localizada y los Sistemas de Información Geográfica permiten distribuir todo tipo de datos en un ‘mapa inteligente’ para que el acceso a los mismos sea intuitivo, rápido y efectivo». Tan simple como orientarse en un plano.


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